Tedevs

Volver

No lo hice desde cero, pero lo hice mío: mi sitio con AstroBlur image

Tener un sitio personal es casi un “ritual” en la vida de cualquier desarrollador.

Un lugar para mostrar quién eres, qué haces y cómo piensas.
Un espacio que te represente.

Pero cuando me propuse crearlo, me topé con una pregunta que nos hacemos más de lo que admitimos:

¿Está mal usar algo que ya está hecho?
¿Mi sitio vale menos si no lo construí desde cero?


El portfolio que nunca mostré#

Mi primer intento serio de tener un sitio personal fue en 2022.

Tenía muchas ganas de empezar, pero también muchas dudas. Así que opté por lo que sentí más accesible en ese momento: un tutorial paso a paso. Seguí cada línea de código, cada componente, cada ajuste. Entendí lo que hacía, aprendí cosas nuevas, y llegué al final con una web funcional, limpia, que se veía bien.

Pero aún así… lo dejé guardado. Nunca lo publiqué. Nunca lo mostré en redes. Ni siquiera puse el repo en público.

No porque estuviera mal hecho, sino porque me costaba llamarlo “mío”. Sentía que, como había seguido un tutorial, no era suficiente. Que si alguien lo veía iba a pensar “solo copió el código”, que no había aportado nada.

Y ese miedo, aunque nadie me lo dijo directamente, fue suficiente para callarme. Me generaba cierta vergüenza mostrar algo que no había salido completamente de mi cabeza. Pensaba que, para que valiera la pena compartirlo, tenía que haberlo construido desde cero, sin apoyarme en nada ni nadie.

Ahora veo que ese pensamiento me frenó más de lo que ayudó. Porque ese sitio, aunque fuera una guía, fue parte de mi aprendizaje. Fue el primer paso real. Pero en ese momento, no lo entendía así.


El portfolio que sí mostré (pero no me representaba)#

En 2024, decidí intentarlo de nuevo. Hice un segundo portfolio, también basado en un tutorial, pero esta vez me animé a modificarlo un poco más. Cambié los colores, el orden de las secciones, los textos. Le di un toque más personal.

Lo compartí. Lo publiqué. Incluso lo usé varias veces para postularme a vacantes. Funcionó.

Y aunque por fuera se veía bien, por dentro algo no terminaba de cerrar. Lo sentía funcional, pero no auténtico. Había logrado que el sitio “cumpliera su propósito”, pero no me reflejaba como yo quería.

Era como usar una camisa que te queda, pero no es tu estilo. No era feo. No estaba mal hecho. Pero tampoco hablaba de mí.

Lo usaba, sí. Pero lo hacía con cierta incomodidad. Como si estuviera presentando una versión genérica de mí mismo.

Y eso —en lugar de impulsarme a seguir construyendo sobre él— me frenó otra vez.


Encontrar un punto medio#

Para este sitio actual —el que estás viendo— quería hacerlo distinto.

No tenía la intención de impresionar con animaciones o efectos innecesarios. Tampoco quería perderme en Figma durante días o estresarme eligiendo entre 15 estilos de tipografía.
Lo que quería era simple… pero no tan fácil:

  • Que me representara.
  • Que me motivara a escribir y compartir más.
  • Que pudiera mantenerlo en el tiempo, sin depender de que “me sobre tiempo”.

Así que decidí empezar por lo que siempre me sirve: inspiración.
Pasé varias semanas explorando portfolios de otros desarrolladores. Entré en developer-portfolios, guardé decenas de links, armé mi propia lista de favoritos 🌟Portfolios en GitHub. Algunos me gustaban por el diseño, otros por la claridad. Pero pocos me atrapaban realmente.

Hasta que encontré astro-theme-pure.
Minimalista. Enfocado en el contenido. Fácil de modificar.
Era exactamente lo que estaba buscando, aunque todavía no lo sabía.

Y claro, volvió esa duda. Ese bichito en la cabeza que te dice:

“¿Otra vez vas a usar una plantilla?”
“¿No deberías hacerlo todo desde cero si ya sabés más?”
“¿Esto cuenta como un portfolio tuyo?”

Me quedé pensando. Pero esta vez, decidí responderme con honestidad:
Sí, voy a usar una plantilla. Porque lo importante no es demostrar que puedo empezar desde cero, sino construir algo que sí quiero mantener.

Y con esa decisión, empecé a trabajar.


No lo creé desde cero, pero lo transformé#

Usar una plantilla no significa que no hiciste nada.
Significa que entendiste que el tiempo también vale. Que tus prioridades cambian. Y que a veces, avanzar con una buena base es más inteligente que frenarse por orgullo técnico.

Así que me arremangué y me puse manos a la obra. Cambié los textos, edité los enlaces, reemplacé los posts .md, quité secciones que no iban conmigo. Ajusté la navegación, modifiqué metadatos e imágenes, y le sumé pequeños detalles visuales que me representan.

Al principio fue raro, lo admito. Porque una parte de mí seguía pensando:

“Esto no lo hiciste vos desde cero”.

Pero otra parte —una parte más realista— me decía:

“No se trata de empezar de cero. Se trata de que esta vez sí lo termines. Y lo compartas”.

Y eso hice. Armé un espacio al que puedo volver cuando quiera escribir algo nuevo. Uno que no me abruma mantener, ni me limita. Uno que —aunque sigue en evolución— ya tiene base, personalidad, ritmo.


Lo que aprendí en el proceso#

Aprendí que construir desde cero no es el único camino.

Aprendí que:

  • Adaptar no significa copiar.
  • Puedo transformar algo hecho en algo que me represente.
  • Mejoré en Astro sin necesidad de reinventar todo el proyecto.
  • Me animé a editar archivos que antes ni abría.
  • Empecé a ver el contenido como algo vivo, no como algo que solo se publica una vez.

Pero sobre todo, aprendí que crear no siempre es inventar. A veces, es adoptar y transformar.


¿Vale menos por no haberlo hecho desde cero?#

No. No vale menos. Ni un poco.

Este sitio no es un examen técnico. No es una competencia para ver quién escribió más líneas de código. No es una medalla que solo puedes obtener si comenzaste con npm init.

Este sitio es un espacio. Y como espacio, vale por lo que te permite hacer, no por cómo lo iniciaste.

El valor está en que lo trabajaste, lo hiciste tuyo, y lo estás utilizando. Que te representa, que está en producción, que está vivo.

Y aunque comenzó como una plantilla, hoy es profundamente mío.
Porque lo entendí, lo modifiqué, lo adapté. Porque decidí dejar de esperar el momento perfecto para “hacerlo desde cero” y simplemente… lo hice funcionar.

Y eso —en cualquier lenguaje, framework o stack—
también es construir.


¿Estás en esa etapa donde te gustaría tener tu sitio pero no estás seguro de si usar una plantilla es válido? ¿Tienes miedo de que parezca poco profesional, de que alguien diga “eso ya lo vi”?

Ojalá este post te sirva como recordatorio:

No importa cómo comiences. Importa que lo hagas tuyo. Que construyas algo que te permita crecer. Y que entiendas que en este camino, crear también es transformar.

No lo hice desde cero, pero lo hice mío: mi sitio con Astro
https://tedevs.vercel.app/es/blog/mi-sitio-no-desde-cero
Author Teddy Summers
Published at August 5, 2025